lunes, 3 de mayo de 2010



















Nos pasamos la vida jugando. Jugamos con todo, y lo hacemos a todas horas. Como niños caprichosos y malcriados.
Jugamos con el tiempo y nos burlamos de él, tratando de sacarle de sus casillas y desafiando sus posibles. No nos vas a hacer crecer, le decimos combatientes. Jugamos tanto si llueve como si luce el sol. Jugamos con lo serio, convirtiéndolo al instante en broma o guasa, y también jugamos con la risa, haciendo de ella la única norma y el santo y señal de todas las cosas.

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